El blog de José María Mateu

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La Innovación Abierta como nuevo paradigma

mayo 20th, 2011 · No Comments · Innovación, spin-off

Desde finales del siglo pasado, y especialmente tras la publicación del libro Open Innovation por Chesbrough en 2003, el paradigma Innovación Abierta ha ido cobrando trascendencia y desplazando progresivamente al anterior. Como en todo nuevo paradigma, su éxito radica en la capacidad que demuestre para superar las limitaciones del anterior. Comencemos por ello describiendo ese paradigma anterior y sus limitaciones.

El anterior paradigma, al que podríamos denominar Innovación Cerrada (por contraposición), pretendía la generación y desarrollo interno de los procesos de innovación. Es decir, la organización incorporaba recursos humanos y técnicos a los que encargaba esos procesos. Dada la importancia de la innovación en la competitividad de la empresa, tenía (¿tiene?) todo el sentido mantener internalizadas las competencias relacionadas con ella.

Por otra parte, en la medida en que las innovaciones generadas eran el resultado de ese esfuerzo interno, las mismas debían ser rentabilizadas por la propia organización, lo que conllevaba un esfuerzo paralelo de protección de esas innovaciones y de comercialización interna o, alternativamente, de venta en el exterior de aquellas que la organización no pudiera explotar directamente.

Las limitaciones del modelo cerrado

Lo que muchas organizaciones innovadoras han ido descubriendo a lo largo de los últimos años es que sus esfuerzos de generación y desarrollo interno de la innovación son cada vez menos rentables. Varios fenómenos explican esta pérdida de rentabilidad. Comentemos algunos de ellos.

En primer lugar, la creciente complejidad de las distintas “ramas” del saber hace más costoso disponer de manera interna del conocimiento tácito necesario y, sobre todo, retenerlo. En segundo lugar, todo demuestra que la innovación de mayor potencial proviene de esfuerzos multidisciplinares que, para desarrollarlos internamente, obligarían a elevar la nómina de expertos a niveles no asumibles ni siquiera por las grandes corporaciones. Es decir, la masa crítica necesaria para que la fertilización cruzada emerja supera el tamaño de prácticamente cualquier organización individual.

Una tercera explicación está relacionada con la necesidad de incorporar todas las perspectivas presentes en la cadena de valor al proceso de innovación (comercial, ingeniería, financiera,…). Es esta una necesidad poco abordable desde la perspectiva de la Innovación Cerrada, en la que a menudo se contempla a un cliente (o a un proveedor) como alguien que podría integrarse hacia atrás (hacia adelante en el caso del proveedor) convirtiéndose en competidor nuestro.

Estos primeros síntomas obligaron a buscar alternativas, y la Innovación Abierta parece ser la respuesta a esta búsqueda.

La Innovación Abierta

La Innovación Abierta sugiere, en palabras del propio Chesbrough, que las empresas pueden y deberían usar tanto ideas propias como ideas externas a la hora de hacer avanzar sus tecnologías. La idea central es que basarse exclusivamente en las ideas que uno es capaz de generar internamente es desaprovechar la inmensa mayoría del amplio conocimiento que hoy existe, y quizás dar una ventaja significativa a la competencia.

El enfoque que el paradigma Innovación Cerrada ponía en la protección de la propiedad intelectual se desplaza en el nuevo paradigma a la identificación de ideas existentes y la generación de nuevas ideas. Las empresas que sigan el nuevo paradigma deberían ocuparse de alentar la creación de espacios e interfaces entre su propio conocimiento (tanto tácito como explícito) y el de su entorno. Será en esos espacios en los que se pueda reunir y desarrollar todo el multidisciplinar potencial innovador.

Hay que tener en cuenta además que el éxito de la innovación se reconoce cada vez más como una cuestión de cantidad, más que de calidad. Cuantas más ideas seamos capaces de generar más probabilidades tendremos de encontrar innovaciones viables y rentables.

Las dudas sobre el nuevo paradigma y las tareas para un futuro próximo

Como suele ocurrir cuando surge un nuevo paradigma, éste supera algunas de las carencias del anterior pero presenta unas nuevas, lo que limita su poder explicativo y su validez como herramienta de gestión a determinadas circunstancias y no a otras. La Innovación Abierta se muestra por ejemplo más poderosa a la hora de estimular la innovación disruptiva, mientras que la Innovación Cerrada puede todavía ser útil cuando se persigue la innovación incremental.

Las mayores críticas al nuevo modelo provienen no obstante de la dificultad para rentabilizar el esfuerzo realizado en innovación. En la medida en que el esfuerzo se realiza por una multitud de actores y en un entorno totalmente participativo y abierto, se hace difícil establecer la propiedad de los resultados.

Las empresas que están experimentando con el nuevo paradigma consideran que el mismo es rentable porque, aunque sólo sean capaces de captar una parte del valor creado, este valor es mucho mayor y, en cualquier caso, su esfuerzo es también sólo una parte del empleado. Lo que sí parece claro a estas alturas es que la forma de captar el valor de la innovación va a cambiar, evolucionando hacia métodos como la creación de spin-offs con socios diversos, o la retención de determinadas actividades de la cadena de valor, etc. Y esto implica asímismo que el modelo está todavía en vías de definición, y queda mucho por pensar e innovar.

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